El juego de Yalta, laberintos del corazón

El teatro ha retomado innumerables obras del Chejov por ejemplo Tio Vania, originalmente concebida como dramaturgia y que se presentó el año pasado en México. El Juego de Yalta retoma temporada este año y se exhibe en el Teatro El Granero del Centro Cultural del Bosque.

La historia está basada en el cuento La dama y el perrito, donde Anna una mujer hermosa y casada es pretendida por Dimitri, un banquero que se encuentra de vacaciones en Yalta, un lugar hermoso dónde Chejov pasó algún tiempo en reposo cuando contrajo tuberculosis.

Dimitri también está casado, pero desde hace mucho tiempo perdió el interés en su mujer, por lo que se pasa la vida seduciendo a otras. Anna para él es una más, hasta que se descubre haciendo cosas que jamás hizo con otras mujeres, sin quererlo y con resistencia se va enamorando verdaderamente de ella, por supuesto ella que está casada lo rechaza, hasta que su corazón va sucumbiendo.

Es como la base de las comedias románticas de nuestra época, dos personas que parecen estar destinadas, no pueden estar juntos por sus condiciones de vida; sin embargo, harán lo posible por sacar a flote ese amor sin importarles lo que digan los demás.

Los actores son Rodolfo Arias, Yael Albores, Martha Moreyra e Isael Almanza, los protagonistas y personajes secundarios que tendrán pequeñas aportaciones en la obra. Toda la carga emocional se transmite en susurros, acciones y voces de una manera clara y contundente. Todo bajo la dirección de Ignacio Escárcega.

Una obra ideal para febrero, no por la cursi sensación del amor perfecto, sino por la lucha constante que se debe vivir para mantener a flote algo en lo que crees, dolorosos sacrificios, pequeñas victorias. El amor es complejo y no hay nada totalmente rosa, es una construcción interior que se comparte y se alimenta de esfuerzo.

En El Juego de Yalta es un laberinto a través del que se construye un amor de aquellos que se sienten reales.

Por Arley Dominguez. Marzo 2015