Adiós y buena suerte, el amor en tiempos millennials

Adiós y buena suerte

Para Scarlett elegir a sus parejas es fácil, como a muchas personas, le da una flojera absoluta pensar en todas implicaciones de tener un nuevo amor, desde dar likes a las fotos de facebook, encariñarse con las mascotas, hasta conocer a los papás, por eso se guía por la siguiente fórmula:
Te conozco, te admiro, cogemos y funciona. Novios.
Te conozco, te admiro, cogemos y no funciona. Amigos.
Te conozco, no te admiro, cogemos y funciona. Amantes.
Te conozco, no te admiro, cogemos y no funciona. Adiós.
Así debería ser todo en la vida, olvidar los dramas y las intensidades, ser claros desde un principio y disfrutar lo disfrutable, mientras que te despides de lo que no sirve.
Sin embargo, las cosas no siempre resultan fáciles, Próculo y Natividad son sus roommates; el primero es un patán sin suerte en el amor; el segundo, aunque afortunado, prefiere terminar sus relaciones cuando van de maravilla para evitar las fracturas y caídas propias de cuando se acaba el amor
En apariencia se quieren y los tres se procuran, pero las intenciones de estos dos amigos con Scarlett son un poco más egoístas, “si la felicidad no es de todos, no es de ninguno”.
A través de sus fracasos en el amor, en el trabajo y en la vida, nos mostrarán que las familias que más amamos, son con las que, por voluntad propia, escogemos. Todos estamos en la constante búsqueda de una amistad extraordinaria, de esas que sólo se ven en la televisión, de esas que nos terminan consumiendo.
Adiós y buena suerte es una obra contada a manera de falso documental, donde tres actores: Sara Pinet, Miguel Romero y Hamlet Ramirez, con su enorme talento y facilidad para transmitir esa verdad que tiene la cotidianidad, nos divertirán por poco más de una hora en una divertida comedia.
Cada semana tienen un narrador invitado, así que vayan buscando a su favorito: Sonia Franco, Guillermo Villegas, Luis Eduardo Yee y Miguel Santa Rita serán los narradores de esta maravillosa historia creada por Gibrán Portela.
La vida nunca será como nosotros la imaginamos, nos sorprenderá cada vez que suene el teléfono, pero si tenemos amistades extraordinarias será mucho más llevadera, podremos abrir los ojos cada día y decirle a ese alguien que no es para nosotros: adiós y buena suerte.
Twitter: Gorditos Inc.
Por Arely Domínguez. Julio 2015

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