Vuelve cuando hayas ganado la guerra, interiores
Cuando entras a la obra Vuelve cuando hayas ganado la guerra, te falta sólo un libreto para ser protagonista. Lo primero que impacta es la escenografía, pues te sientas a sólo unos pasos del “escenario”, la puerta por donde entras como espectador es también parte de la escena.
El teatro cada día se vuelve más cercano, la cuarta pared es derribada con acciones e invitaciones y, aunque no es el caso de Vuelve cuando hayas ganado la guerra, hay algo en la obra que se vuelve demasiado personal desde el momento en que tomas tu lugar en el apartamento de Ofelia.
Ofelia, Miguel y Javi son los tres protagonistas, sus historias nos han pasado a todos, a veces tienen miedo, son explosivos, se derrotan, tienen dolor, sus emociones son abismos, pero se aferran a la vida.
A través de la historia de sus vidas nos mostrarán cómo es posible ver el sol en un día nublado. Hay un elenco prodigioso compuesto por Karina Díaz, Alejandro Morales y Pedro de Tavira Egurrola, a quien recordarán en Tom en la granja, con un papel totalmente opuesto. Nuestros personajes viven atados entre ellos y a las circunstancias, veremos cómo desenredan esa madeja donde están atrapados.
Bárbara Colio, dramaturga y directora, toma un pedazo de nosotros y lo arroja al escenario transformado en acción. Nosotros somos Ofe, Migue y Javi, nosotros quisiéramos ganar nuestras batallas, triunfar en la guerra, pensar que todo está bien a pesar de las circunstancias. Volver.
Hay drama y comedia, los personajes equilibran estas emociones, así como suele pasar en la vida cotidiana, donde un buen día puede acabar mal o viceversa.
Si tienen más suerte, como yo, Bárbara Colio @Barbaralio estará cerca afinando los últimos detalles de la puesta en escena y los saludará con una sonrisa.
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